Cuando regreso de correr en la mañanas, tú ya estas despierta. Tu mamá te tiene cargada y cuando me miras me reconoces y sonríes. Te alegras de verme y te mueves como una loquita; no puedo dejar de sonreír y de emocionarme ahora que tienes seis meses. Todo es tan chévere, nena, pero los primeros días, el primer mes, fue muy difícil, nena. ... Naciste un jueves y hasta el domingo estuvimos en la clínica. Allá era fácil, nena: te traían con nosotros cuando estabas despierta o cuando tenías hambre. Ahí fue que nos recomendaron que tomaras la leche de fórmula porque a tu mamá no le salía mucha y aceptamos (ese fue el primer error que cometimos, nena) y en la noches no dormías con nosotros, te tenían con los demás bebes. Nos dijeron que era mejor para que podamos descansar y también aceptamos (ese fue el segundo, no es bueno estar separados los primeros días). Toda la familia nos ayudaba en esos días calurosos de la clínica. Llegó el domingo y llegamos a la casa. Toda esa mañana y la tar
una mujer apareció,una se fue,una llegó....todo cambia. Y luego llego un niño.