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EL MIEDO AL PRIMER DIA

Puedes nacer cualquier día Rafaella , inclusive hoy. La casa va cambiando, nena; te apoderas de ella. Has tenido tres baby showers y estas llena de regalos; todos hablan de ti y de tu llegada. Yo veo los rostros de amigos y familiares llenos de alegría y amor por ti, por tu mamá y por mí. “Duerme todo lo que puedas ahora”, “no la costumbres a los brazos”, “cárgala nomás, no tengas miedo de acostumbrarla a los brazos”, “no la abrigues mucho”, “abrígala mucho”. Me entiendes nena, todos los consejos me dejan más desorientado, y tengo miedo nena, tengo miedo del primer día y no saber qué hacer, de no ser un buen padre. Cuando tenía trece años quería tener mi primera novia y conversando con un amigo no sabía cómo iba hacer ese primer día de enamorados. “Cuando te mandas es fácil, ella te dice que no o que sí y si te dice que sí la besas y ya esta”. Pero al día siguiente, el primer día de pareja, ¿qué mierda haces? ¿la abrazas? ¿no la abrazas? ¿la besas en la boca con lengua o sin lengua? Y si la besas con lengua y la cagas porque piensa que eres un enfermo. Y si la besas sin lengua y la cagas porque piensa que eres un huevas. ¿Qué carajo haces?, le decía a mi amigo y él con sus doce años e iniciando su pubertad me decía con su rostro preocupado e iluminado al ver con la misma lucidez mis dudas: “verdad, tienes razón ¿qué mierda haces el primer día? ”. Eran los ochenta, nena. Cuando crezcas los ochentas serán muy pero muy lejanos para ti, pero así era yo a esa edad y así eran los jóvenes a esa edad, nena, “en mi época”.
Quiero ver tu rostro pronto. Como te dije antes la casa cambió, ahora es tu casa. Nunca pensé que ibas a llegar. Cuando me conozcas sabrás que hay muchas cosas que me extrañan: jamás pensé llegar a los 30 y ahora estoy por cumplir 40; nunca dure más de un año con mis parejas y ya llevo 10 años con tu mamá; nunca pensé casarme y ya lo estoy; nunca pensé que tendría la bendición de ser papá y ahora lo voy hacer.
Voy a ser tu papá y no puedo ser más feliz de solo pensar en ese día en que me digas por primera vez papá. Tengo miedo del primer día nena, como cuando tenía trece años. No sé como será, solo sé que seré feliz al ver tu rostro y decirte Rafaella, Rafaella, Rafaella….


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